VEHICULOS ELECTRICOS

LOS VEHICULOS ELECTRICOS

A todos los aficionados a los motores gordos nos asusta pensar que la llegada de lo eléctricos es inminente. En el sector de vehículo recreativo no es diferente. De momento (y parece que  va para largo) la autonomía de los coches eléctricos, los costes de fabricación y la instalación de puntos de recarga son irrisorios por no decir deprimentes.


Los fabricantes consiguen matricular vehículos de 500cv (como un Porsche Panamera) con solo añadirles un motor eléctrico con la autonomía necesaria para recorrer tu pasillo. Eso les da derecho a disfrutar de su etiqueta ECO y pueden entrar en las ciudades en las que un TDI ULTRA-EFICIENTE no puede entrar...es de locos.


El mundo se paro en 2020, no arranco en 2021, una tal Filomena, un volcán que había en un lugar en el que nunca estuve y la disputa entre partidarios o negacionistas de la vacuna no lo dejaron arrancar. En 2022 algo paso en Ucrania y resulta que llevamos meses pagando el Diésel a precios de Johnny Walker. Las previsiones apuntan a que empeorara.


Por algún motivo el tema de la pila de hidrógeno, algo en lo que si veo futuro (simplemente porque tiene autonomía ilimitada) no parece ser del interés de nadie. Y eso que seguiríamos hablando de un motor de licuadora a lo grande (sin pistones ni turbos ni esas cosas que adoramos los aficionados) pero alimentado por la energía que produce un deposito hidrógeno y cuyos gases de escape se reducen a...agua, si, solo emiten vapor de agua. 


ENTONCES PORQUE NO LOS FABRICAN


En un coche de pila de combustible se va generando la electricidad a medida que el coche la necesita.

En lugar de almacenar la energía en baterías acumuladoras, éstos utilizan una pila de combustible, algo así como una central energética portátil. En un coche de combustión la energía se obtiene al quemar los derivados del petróleo, en los coches de hidrógeno se procesa el hidrógeno para producir electricidad a demanda.

El hidrógeno (H₂) a presión se almacena en unos tanques específicos. Este elemento se canaliza hacia la pila de combustible, donde se añade el oxígeno del aire ambiental para producir electricidad y, como producto residual, se obtiene agua (H2O) Porque, sí, los coches de hidrógeno tienen tubo de escape, pero no contaminan, sólo expulsan vapor de agua. 

La electricidad generada en la pila de combustible se puede destinar bajo demanda directamente de la pila de combustible a los motores eléctricos.

El sobrante de electricidad acumulado en la batería más la recuperación de energía conseguida a través de la frenada re generativa se guardan en la batería, permitiendo a las mecánicas de pila de combustible funcionar incluso sin estar consumiendo hidrógeno.

Aunque efectivamente el hidrógeno sea uno de los elementos químicos más representativos de todos los que componen la tabla periódica por su presencia habitual, su obtención es de todo menos sencilla.

En condiciones de temperatura y presión ambiental, el hidrógeno es un gas totalmente inocuo, pero el hidrógeno no existe por sí mismo, aislado, como elemento recolectable. No hay bolsas de hidrógeno en el subsuelo ni crece de los árboles. Su presencia va ligada a otros elementos de los que necesitamos separarlo: por ejemplo el agua, H₂O, está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.

Para aislar el hidrógeno (H₂) hay que recurrir a un proceso de gasificación denominado electrolisis por el cual se descompone el agua a través de la electricidad. Se requieren ingentes cantidades de energía para obtener por un lado oxígeno (O) y por otro el hidrógeno (H₂) puro para proceder a su almacenamiento

Otra de las cuestiones más complicadas en lo referente al hidrógeno es su almacenamiento. Se trata de un gas extremadamente volátil con una densidad de tan solo 0,0899 kg/m³, por lo que mantener a este gas contenido a presión dentro de depósitos implica añadir elementos muy pesados que lo puedan retener en su interior. Con la tecnología actual es prácticamente imposible garantizar la ausencia de pérdidas, principalmente por las válvulas de llenado/vaciado.

EL REPOSTAJE, NO ES SENCILLO


En España tenemos un precaria red con sólo siete hidrogeneras actualmente: dos en Huesca, una en Zaragoza, una en Madrid, una en Albacete, una en Puertollano y una en Sevilla. En 2017 se estimaba que pudiera haber 20 hidrogeneras en 2020, pero la realidad es muy diferente. Tanto por lo incipiente de la tecnología de pila de combustible como por la escasa demanda, el resultado es que actualmente los coches de hidrógeno son una realidad marginal. Al menos de momento. 


Y DIGO YO


Cuando la mujer de Carl Benz hizo un viaje de mas de 100km en una especie de carruaje que se alimentaba de bencina (de venta en farmacias) seguro a todo el mundo le pareció de locos crear una red de distribución de combustibles fósiles contaminantes...y aquí estamos algo mas de 100 años después. Tenemos gasolineras que ya parecen de todo menos centros de repostaje, creo que ya puedes matricular a tu hijo en la universidad en una gasolinera, o poco falta.

Señores que hemos ido a la luna, que para diseñar misiles indetectables no hay problema ¿pero para hacer surtidores de hidrógeno no estamos preparados? !Ala venga¡

Parece claro que hay una pelea entre dos tipos duros y y aquí, en España, estamos saliendo perdiendo. Parece que algo nos quiere empujara a los coches/furgos eléctricas.

Ya se ven ambulancias eléctricas por la calle, Amazon ha comprado 100.000 furgonetas eléctricas. En 4 días las tenemos en el taller me refiero a las furgonetas eléctricas, creo que no nos van a dar opción. El apocalipsis



¿DE VERDAD NO CONTAMINAN? 


¿quieres saber como se fabrica una batería de coche y la electricidad que la recarga ?


Las baterías no crean electricidad, sino que almacenan electricidad producida en otro lugar, especialmente a través de carbón, uranio, centrales eléctricas naturales o generadores propulsados por Diésel. Así que la afirmación de que un coche eléctrico es un vehículo con cero emisión no es cierta en absoluto, porque la electricidad producida proviene de centrales eléctricas y muchas de ellas queman  carbón o gas. Por lo tanto, hoy el 40% de los coches eléctricos en la carretera se basan en carbono.


Pero eso no es todo. Aquellos que están emocionados por los coches eléctricos y una revolución verde deberían echar un vistazo más de cerca a las baterías, pero también a las turbinas eólicas y los paneles solares.


Una batería típica de coche eléctrico pesa 450 kg, aproximadamente del tamaño de una maleta. Contiene 11 kg de litio, 27 kg de níquel, 20 kg de manganeso, 14 kg de cobalto, 90 kg de cobre y 180 kg de aluminio, acero y plástico. Hay más de 6.000 células individuales de iones de litio dentro.

Para hacer cada batería BEV, tendrás que procesar 11.000 kg de sal para litio, 15.000 kg de mineral para cobalto, 2.270 kg de resina para níquel, y 11.000 kg de mineral de cobre. En total, tienes que sacar 225,000 kg de tierra para una batería.


El mayor problema con los sistemas solares son los productos químicos utilizados para convertir el silicato en la grava utilizada para los paneles. Para producir suficiente silicio limpio, debe tratarse con ácido clorhídrico, ácido sulfúrico, fluoruro, tricloroetano y acetona. Además, se necesitan galio, arseniuro, diselenuro de cobre-indio-galio y telururo de cadmio, que también son altamente tóxicos. El polvo de silicona supone un peligro para los trabajadores y las baldosas no pueden reciclarse.


Las turbinas de viento no son plus-ultra en términos de costo y destrucción del medio ambiente. Cada molino de viento pesa 1.688 toneladas (el equivalente al peso de 23 casas) y contiene 1300 toneladas de hormigón, 295 toneladas de acero, 48 toneladas de hierro, 24 toneladas de fibra de vidrio y las tierras raras difíciles de obtener Neodimio, Praseodimio y Disprosio. Cada una de las tres palas pesa 40.000 kg y tiene una vida útil de 15 a 20 años, después de los cuales deben ser reemplazadas. No podemos reciclar palas de rotor usadas.


Ciertamente, estas tecnologías pueden tener su lugar, pero hay que mirar más allá del mito de la libertad de emisión. "Going Green" puede sonar como un ideal utópico, pero si miras los costos ocultos e incrustados de una manera realista e imparcial, encontrarás que "Going Green", hoy por hoy, hace más daño al medio ambiente de la Tierra de lo que parece.


No me opongo a la minería, vehículos eléctricos, energía eólica o solar. Pero la realidad no es tan idílica. Al menos no lo parece.

Parece que el mundo cambio a peor, ya veremos